1. Cena con poca sal.
Si te deseas despertar sintiéndote menos hinchada, definitivamente impide comidas con prominente contenido en sodio, aconseja Keri Gans, autora del libro The Small Change Diet. Lo que sucede es que la sal permanece en tu sistema durante la noche, por lo que te vas a despertar más hinchada de lo común. La preferible alternativa es cocinar una cena saludable con vegetales al vapor y proteína magra, nada de esto está cargado con sal.
2. Haz ejercicio durante la noche.
Sabes que sudar te puede asistir a adelgazar, pero quizás creas que ejercitarte en las horas próximas a irte a la cama, puede lograr que no consigas reposar. No obstante, esto no es cierto; una encuesta realizada en 2013 por la National Sleep Foudation descubrió que la gente más activas tienen 56 hasta 67 por ciento más grande posibilidad de reposar mejor, sin importar la hora a la que se ejerciten.
3. Prepara tu comida del día siguiente la noche previo.
Una comida promedio de cualquier lugar de comidas tiene dentro más del doble de calorías que deberías consumir en una sentada, según un estudio realizado en 2013. ¿Pero, con las prisas de la mañana, quién tiene tiempo para prepararse su comida? Aléjate de todas esas calorías plus preparándote tu comida la noche previo. (Puedes intentar con una exquisita ensalada de atún o pollo).
4. Toma bastante agua.
Los líquidos limpian tu sistema, lo que te va a ayudar a liberarte de cualquier resto de agua que estés reteniendo. Pero, como no te vás a querer despertar a media noche para correr al baño, deja de tomar una hora antes de irte a reposar.
5. Ten en cuenta que tu cuarto esté totalmente oscuro.
La melatonina puede asistir a tu cuerpo a producir más hormonas quema-grasa, según un estudio anunciado el último año en el Journal of Pineal Research. Como tu cuerpo produce melatonina naturalmente, ten en cuenta de no interrumpir su producción con luces artificiales.
6. Baja la temperatura de tu recámara.
La iniciativa de quemar calorías mientras duermes puede parecer bastante buena para ser alguna, pero un estudio del National Institute of Health Clinical Center halló que la gente que duermen en una cuarto a menor temperatura, queman hasta siete ocasiones más calorías que aquellas que duermen en temperaturas más altas.